La que está en la cortada justo al lado del enorme almacén que da a la esquina es la nuestra Raquel llamé a su puerta y pregunte si están Marga o Dorita
Usted sabe de ellas, las ha visto en las fotos que guardo de esos días son mis buenas hermanas, las mayores dígales que las quiero tanto, hija
Llámeme para adentro a cada paso llámeme con el alma, hijita mía tráigame si es que puede cuando vuelva un poquito de tierra de Mantilla
Con los ojos cerrados se ha quedado aspirando ese olor a mandarinas ay qué lejos que queda Buenos Aires de ese cielo infinito de Mantilla
Los amigos de ayer decía su padre se juntaban de noche en la cantina y jugaban al truco hasta el cansancio tal vez sigan allí como esos días
Cuando llegue pregunte por el Nacho pídale que le cante niña mía nunca habrá de encontrar cantor como ese chamamé del mejor, qué maravilla
He venido a buscarlo en su pueblito a llevarle la tierra que quería la promesa he cumplido padre, piensa aunque usted ya no esté para vivirla
Y golpeó a la puertita de la casa la salió a recibir la vieja tía se perdió entre sus brazos sin palabras bajo el cielo infinito de Mantilla, de Mantilla