Yo he nacido bien porteño, en Patricios por más datos y aunque me corrí al asfalto no me han cambiado por dentro. Si hoy taconeo en el centro y tengo plata en el banco, soy igual y si oigo un tango, ¡Para qué vamos a hablar!
Porteño nací, no he de cambiar si ceno en el Ritz o en el Alvear. A mí me da igual un bodegón, un vino del Rhin o un Semillón. Si al paddock yo voy un Nacional, a la popular va el otro yo, ahí gritando está como el mejor, porteño de ley, así soy yo.
Cuando de smoking me encuentro en un Party copetudo, añoro les aseguro las milongas de Palermo y a veces como recuerdo aquel zaguán de las citas con mi linda noviecita mi piba noble de ayer...