- Dígame usted compañero... dígame usted compañero y conteste con prudencia cual es la mansa presencia que puebla nuestras praderas, y en melancólica espera con abnegada paciencia nos da alimento y abrigo fingiendo indiferencia.
- No me asusta el acertijo... no me asusta el acertijo y ya mi mente barrunta por donde viene la punta de la, de un, de esa, de la... tan difícil historia la destreza y la memoria son buenas si van en yunta no se ofende si le pido me repite la pregunta.
- Nómbreme usted el animal... nómbreme usted el animal que no es toro ni cebú (¡la vinchuca!) que pa ayudar la salud y pa que usted le aproveche le da la carne y la leche en generosa actitud tiene cola y cuatro patas y cuando muge hace múu ...(¡che! la vinchuca cuando muge hace ¡vinchuuu..! ¡vinchuuu..!)
- No me asusta el acertijo... no me asusta el acertijo porque a mí... no me asusta el acertijo no me asusta el acertijo jamás me... ¡LA VACA!
- Tiene que ser rimando, ocho versos... - Si, si... ¡calentito quedaste! - Tiene que decirlo rimando, si no no sirve, que lo diga rimando, ¡esto es increíble! - ¿Qué? - Que lo diga rimando
- Ya le rimo la respuesta... (saca) ya le rimo la respuesta que de la duda nos saca el animal que usted dice tiene por nombre: la vaca.
- Me extraña mucho, compadre... me extraña mucho, compadre que sea tan ignorante una payada elegante octosílabos precisa en el final finaliza y empieza por delante debe tener ocho versos y ser de rima elegante.
- No me asusta el acertijo... le contesto en ocho versos así su enojo se aplaca el error que usted me achaca ni es error ni es para tanto en octosílabos canto con rima que se destaca con elegancia lo digo sin hacer tanta alharaca