Sabes, que han pasado siglos de sequías, Que hemos visto inalcanzables cielos, dueños de ese sol, Que ahora nos alumbra y antes dio la espalda, A las mismas intensiones de hoy.
Sabes, que por años me he mostrado inalterable, Porque sobre todo se hace vulnerable lo inconstante. Y más cuando el credo tiene aires mundanos, Fácil se quebranta el interior.
Son los tiempos que anhelaba, donde afloran los halagos, Como brisas en mi oído. Me veo reflejado en otros. Dominándome las ganas de seguir. Porque quiero hallarte cerca, quiero verte aquí, Borrando las distancias hasta mí.
Sabes, que he sobrevivido a mis derrumbes Con egocentrismos ateístas. Solo con mí ser, Como centro y eje de mi firmamento, Priorizando solo mi verdad.
Si parece que el destino sin querer se ha decidido, A sacarme del olvido, se ha acordado de que existo. La grandeza que es sentir la concreción es lo que entendí por eso De ser el mejor, es lo que hizo que esta vida sobreviva.
Y mientras ángel y demonio convergen dentro mió, Debo reprimir lo que es prohibido por más que pida salir.
Son los tiempos que anhelaba, donde afloran los halagos, Como brisas en mi oído. Me veo reflejado en otros. Dominándome las ganas de seguir. Porque quiero hallarte cerca, quiero verte aquí, Borrando las distancias hasta mí.