Paso a detallar a continuación el suscinto informe que usted demandó; duele a mi persona tener que expresar que aquí no ha quedado casi nada en pie. Mas no desespere, le quiero aclarar que –aunque el daño es grave -. Bien pudiera ser que podamos salvar todo el trigo joven si actuamos con fe y celeridad. Parece ser que el temporal trajo también la calamidad de cierto tipo de langosta, que come en grande y a nuestra costa y de punta a punta del país se han deglutido todo el maíz. A los manzanos se los ve cayendo antes de florecer, se agusanaron los tomates, y a las verduras, por más que trate, ya no hay manera de hacerles bien... ya no sé qué hacer ni tengo con quién. La gente duda en empezar la tarea dura de cosechar, lo poco que queda se va a perder si, como le dije, no ponemos fe y celeridad. Y entre los males y los desmanes hay cierta gente que – ya se sabe -, saca provecho de la ocasión; comprando a uno lo que vale dos y haciendo abuso de autoridad se llevan hasta la integridad. Suscribo nombre y apellido y ruego a usted tome partido para intentar una solución, que bien podría ser la unión de los que aún estamos vivos para torcer nuestro destino... Saluda a Ud. un servidor.