Se calzó su corazón Su camisa y su bastón, Y salió a la luz del sol, Sonriente y dispuesto a jugar su oportunidad. Siempre quiso ser puntual No era cosa que a su edad Le pudiera reclamar Asuntos, que él respetó en forma habitual. Consultó otra vez sus sentimientos Y desde el primer asiento Repasó con atención. Ella es una viuda sin fortuna Y el un hombre con ternura Y hasta un resto de pasión, Hace tanto invierno que estan solos Resguardando con decoro Lo que el tiempo se llevó. Que no tiene caso para nadie No bailar cuando hay un baile O morirse sin amor. ...Y en el tren se convenció que en cuestiones del amor ya no hay limites de edad. Carga setenta y un pico y un aire triunfal Ella está en sesenta y tres Y le aprietan en los pies Los zapatos de tacón, Graciosa y coqueta esperando en la esquina del bar. Luce colorete y purpurina Y un tailleur de muselina Y un gracioso prendedor. El le ofrece flores gentilmente y se desvanece el sol. Hace tanto invierno......