Semana sobre semana transcurre mi edad primera. Mejor ni hablar de la escuela, la odié con todas mis ganas, del libro hasta la campana, del lápiz al pizarrón, del banco hasta el profesor. Y empiezo a amar la guitarra y donde siento una farra allí aprendo una canción.
Cuando me pierdo en la viña armando mis jugarretas yo soy la feliz Violeta el viento me desaliña.
Como nací pat'e perro ni el diablo me echaba el guante si con la escuela inconstante constante para ir al cerro. Lo paso como en destierro feliz con los pajaritos soñando con angelitos. Así me pilla fin de año sentada en unos escaños. ¡Quisiera ser arbolito!
Así poco a poco aprendo lo que es mansera y arado arrope, zanco y gloriado bolillo que está moliendo siembra, apuerca, poca y trilla, emparva, corta y vendimia; ya sé lo que es la cizaña y cuantas clases de araña carcomen la manzanilla.
Aprendo a bailar la cueca toco vihuela, improviso, descuero rana a cuchillo ya le doy vuelta a la rueca. Como una gallina clueca saco mi linda parvá y en la callana caldeá dorado dejo el triguito y amarillo el motecito, nadie me gana a pelear.
...Y empiezo a amar la guitarra y donde siento una farra allí aprendo una canción.