¿Por qué me vine de Chile tan bien que yo estaba allá? Ahora ando en tierras extrañas, ay, cantando como apenada.
Tengo en mi pecho una espina que me clava sin cesar en mi corazón que sufre, ay, por su tierra chilena.
Quiero bailar cueca, quiero tomar chicha, ir al mercado y comprarme un pequén. Ir por Matucana y pasear por la quinta y al Santa Lucía contigo mi bien.
Antes de salir de Chile yo no supe comprender lo que vale ser chilena: ay, ahora sí que lo sé.
Igual que lloran mis ojos al cantar esta canción, ay, así llora mi guitarra penosamente el bordón.
Qué lejos está mi Chile, lejos mi media mitad, qué lejos mis ocho hermanos, ay, mi comadre y mi mamá.
Parece que hiciera un siglo que de Chile no se nada, por eso escribo esta carta, ay, la mando de aquí pa' allá.