Cuando vengas a casa tengo para convidarte sobras malas de buenos planes, empanadas de nada en la heladera botellas casi nunca llenas, mujeres que estuvieron buenas fotos con la lengua afuera, tu regalo sin abrir de nochebuena una vocación como condena, cartas de amor de una quinciañera muy pocas ganas de dar pelea y una camisa de primavera,
Cuando vengas a casa tengo para convidarte una visita guiada por canciones no terminadas una libreta de cagadas, un tipo que llegó de madrugada varios recibos de mi abogada, y una blusa suya que dejó olvidada una vista de mierda por la ventana, un premio por aguantar sin decir guarangadas una foto con Yoko autografiada y mi disfraz a medida de colegiala.
Te estoy esperando de hace tanto tiempo que hay veces que me arrepiento (que hay veces que me arrepiento) y me vuelvo un hombre malo resentido y solitario, pesimista y arbitrario convencido y equivocado, depresivo y acabado.
Cuando vengas a casa tengo para convidarte un lomito bien mechado, papas, champagne y de postre helado un aprendiz de violinista que me da una mano, o un compacto del pajero de Ismael Serrano una noche entera de reloj parado y otro compacto del boludo de Ismael Serrano no sé por qué mierda es que tengo tantos, cuando me vaya al baño si querés robalos creo que falta alguno que tengo prestado, hay un tema lindo, pero es del hermano.
Cuando vengas a casa tengo para convidarte una alfombra voladora, para que fumemos hasta las bolas. Una vecina mirona, una guitarra cabrona. El cantautor y su computadora y un futuro que se joda. Un sillon para que hagamos poses piolas y una critica que dice que no hago trova. Una campera que nunca estuvo de moda Y un telefono al que puedo llamar a cualquier hora.
Te estoy esperando de hace tanto tiempo que hay veces que me arrepiento (que hay veces que me arrepiento) y me vuelvo un hombre malo resentido y solitario, pesimista y arbitrario convencido y equivocado, depresivo y acabado.