Sábado Distrito Federal, Sábado Distrito Federal, Sábado Distrito Federal, ¡Ay, ay, ay!
Desde las diez ya no hay donde parar el coche, ni un ruletero que lo quiera a uno llevar, llegar al centro, atravesarlo es un desmoche, un hormiguero no tiene tanto animal.
Los almacenes y las tiendas son alarde de multitudes que asà llegan a comprar, al puro fiado porque está la cosa que arde, al banco llegan nada más para sacar.
El que nada hizo en la semana está sin lana, va a empeñar la palangana, y en el Monte de Piedad hay unas colas de tres cuadras las ingratas, y no faltan papanatas que le ganen el lugar.
Desde las doce se llenĂł la pulquerĂa, los albañiles acabaron de rayar, ¡Que re' picosas enchiladas hizo Otilia, la fritangera que allĂ pone su comal!
Sábado Distrito Federal, Sábado Distrito Federal, Sábado Distrito Federal, ¡Ay, ay, ay!
Van a los caldos a eso de la madrugada los que por suerte se escaparon de la Vial un trĂo les canta en Indianilla, donde acaban ricos y pobres del Distrito Federal,
asà es un sábado Distrito Federal, Sábado Distrito Federal, Sábado Distrito Federal.