Como barca en la mar que encendida en brea muge y zozobra, me enciendo así yo con tu recuerdo, con tu mención. Se me altera el pulso, la sangre, como a un niño ladrón. Y mi débil engranaje golpetea azorado en completa confusión. No es que a tu paso ardan candiles, inflama el aire la yesca que es tu sola presencia. Si tan sólo al pensar que él encontrará morada entre tus pies, tiemblo de ira y de celos, que no se alterará mi condición al saberte al alcance de sus besos bandoleros, prendí hogeras que no supe mantener. Ya no danzo loco al son de los tambores, porque al fin, porque al fin te consiguió él, que tiene un corazón tan guerrero como cruel, tan infiel. Que se desencajen las baldosas a mi paso, que se abran simas. Que se desplomen las paredes sobre mí, que en tu regazo supliqué. Como barca en la mar que ha roto el timón y al pairo va. Como barca en la mar yo ardo por ti custodio que fuí. Que no piense que obtiene tu favor por dar tesoros, que más tarde no podrá recuperar. Porque el admitirlos son maneras tuyas de confiar. Confundir y confiar para golpear después de confiar. Confundir y confiar para golpear después. Confiar.