Nunca se empieza una batalla tarde, las penas siempre llegan enseguida, tu siempre pides para nunca darme, yo solo pido lo que tu me quitas.
Y el cielo que rebienta de repente, como un infierno que llego deprisa, tierra cobarde que a nadie defiendes, pero no lo saben... pero no lo saben.
Esa bandera siempre huele a sangre, triste paisaje... todo de cenizas, distintas guerras... distintas ciudades, el mismo fueqo que quemo gernica.
Tu crees que estoy cantando en el desierto, yo se que solo muere lo que olvidas, hay corazones llenos de agujeros, pero no lo saben... pero no lo saben.
Todo lo que no se ve, lo que nadie nos conto, lo que se quedo en la piel, la memoria del dolor. Que le den al general, la medalla de cartón, se la tienen que clavar, llenita en el corazón.
Todo lo que no se ve, lo que nadie nos conto, lo que se quedo en la piel, la memoria del dolor.
Todo lo que no se ve, lo que nadie nos conto, lo que se quedo en la piel...
Todo lo que no se ve, lo que nadie nos conto, lo que se quedo en la piel, la memoria del dolor. Que le den al general, la medalla de cartón, se la tienen que clavar, llenita en el corazón.