No hay por que caminar Sobre un suelo de hielo Y tú ya tarde entenderás Que los rayos del sol no perdonan Decides que debes pensar Que los días pasados se han de olvidar No existe lugar para el falso ideal Que no escucha los llantos sinceros Toda una vida mirando en color Te descubro y pienso en blanco y negro Nadie se escapa del duende voraz Que te arrastra y te lleva al infierno Y al fin sentir... Nuevas brisas de un destino fugaz Que me elevan sobre el mundo que quiero matar Con sangre real, y lograr Largos días de mil horas pasarán Encerrada entre los muros de mi mente estás No puedo olvidar... Sin poder ni fuerzas ya Tiro el yugo que me haces llevar Te empiezo a imaginar Frente toda escena del bien y del mal Y en la estrella inmortal que revelan Tus ojos de fuego No pienso curar mis heridas con sal Aunque llenes mis días de inviernos Toda una vida... Nuevas brisas... Tú recuerdo en mí se ha vuelto ya eternidad Tú recuerdo en mí se ha vuelto ya infinidad Cierro puertas y abro grietas al duende voraz Veo cerca la salida de mi libertad