Estaba entusiasmado como rey en los caminos yo que nunca hasta ahora de mi barrio había salido. Estaba ejercitando una garganta desprolija, fue un chiste, fue la vida o una mueca del destino. Estaba empezando a preguntarme cosas raras ¿qué busca la gente cuando uno solo canta? Será la necesidad de no sentirse nadie soy uno más de ellos y menos uno en casa. La vida dibujó una sonrisa en mi cara y en un minuto triste la borró como si nada.
Ay de mí, ay de vos, ay de todos...
Estaba jugando a extender mi único sueño mi sangre despertaba en el crepúsculo del día. Estaba debatiendo entre la gloria y tropiezo, si era buen amante, tormentoso, callejero. Estaba despidiendo viejas penas en la vida, estaba descubriendo el valor de la dulzura, si era apasionado, o un tonto de atropellos, si tenía fundamentos o era pura espuma. La vida dibujó una sonrisa en mi cara, y en un minuto triste la borró como si nada.
Ay de mí, ay de vos, ay de todos...
En un país de heridas, donde nunca se las cierra, dormimos todos juntos sobre penas nuevas. La luna va al eclipse y el sol se queda solo, y al viejo laberinto le cuesta abrir la puerta. La vida dibujó una sonrisa en mi cara y en un minuto triste la borró como si nada.
Ay de mí, ay de vos, ay de todos...
Compositor: Raul Alberto Antonio Gieco (Gieco Leon) ECAD: Obra #44765007