Para qué seguir sufriendo, vivir así ya no es vida, es tan mortal esta herida que sangra cruel de mi pecho. Ya no aguanto más, me muero... Corazón, ya lo has perdido, dame tu último latido corazón, estás deshecho.
Para qué rogar en vano recordando sus promesas, para qué llorar mis penas, para qué implorar que vuelva si marchito está su amor; para qué buscar su mano tabla de mi salvación, si de mí ya ni el recuerdo quedó, para qué, mi Dios.
Ya comprenderás un día mis penas y mis desvelos. Me están matando los celos, no tengo paz, ni alegría. Pero no, si vos mentías para qué seguir sufriendo, ya no aguanto más, me muero, corazón, esto no es vida.