Él se amasijaba en el laburo, era capo en un seguro con casaquinta en un country de pilar El colesterol hasta las tetas, cuatro pelos en la maceta que se estaban por piantar Él fumaba puros por las noches con compañeros de pocker que no lo podían ni ver Y garpaba en panamericana por una mina en la cama cada primero de mes
Ella andaba siempre con mocosos que se iban al matogrosso a practicar meditación trascendental Libros de tarot y dalai lama, saltaba de cama en cama, marihuana, amor y paz El paño con las artesanías no paraba la alcancía y tenía que compartir el alquiler La rebuscaba de camarera pero se iba con cualquiera que le hablara bien del che Y ahora él le pide que vuelva a su country de pilar Porque las noches se llenan de fantasmas y de penas cada vez que ella se va Y ahora él le pide que vuelva a su country de pilar Porque la guita no alcanza y el alma no tiene panza cada vez que ella se va.
Ella andaba siempre en bicicleta, daba guita a los franelas, le gustaban las remeras de greenpeace Él no conocía las alpargatas , se aflojaba la corbata solamente pa´ dormir Ella le sonreía a todo el mundo y a los perros vagabundos los llevaba hasta su casa pa´ dormir Él montaba el pingo en la oficina si veía que alguna mina le dejaba de escribir.
Ella y el colirio en la mochila, era militante activa en contra de los palmitos y el atún Él no se había ido nunca de picnic y arrancaba con el whisky a la hora del vermouth Ella andaba con malabaristas, tatuadores y murguistas, perogrullos del sanpedro y el hachís Él se atragantaba con pericias y la biaba de noticias financieras del clarín
Y ahora él le pide que vuelva a su country de pilar Porque las noches se llenan de fantasmas y de penas cada vez que ella se va Y ahora él le pide que vuelva a su country de pilar Porque la guita no alcanza y el alma no tiene panza cada vez que ella se va.