Negro borrón de tus trenzas, pálida luz de tu cara, por cien caminos de ausencia regresan tus voces como una lejana eanción. Yo te encerré en el recuerdo, yo te trencé en la nostalgia, y en una esquina del tiempo te até a mi guitarra con una oración.
Por el callejón dormido no llegó tu cara blanca, y en un rincón del olvido mi llanto vencido buscó la esperanza. Noche oscura de tu pelo que pintó mi espera larga. Noche oscura de este sueño que en una guitarra se muere de amor.
Me llevarán detrás tuyo, se encenderá la mañana con un perfume de yuyo, y en una guitarra vendrá una lejana canción. Podré tomar tu silencio con estas manos heladas y por las calles del viento seré una nostalgia buscándote a vos.